1. Prepara el material necesario
Antes de comenzar, es fundamental contar con los materiales adecuados. Aquí te dejamos una lista básica:
- Cajas de cartón resistentes: Preferiblemente que se ajusten al tamaño de los cuadros.
- Papel burbuja: Ideal para envolver los cuadros y protegerlos de golpes.
- Cinta adhesiva: Asegúrate de usar cinta resistente para sellar las cajas.
- Cartón y esquineras de espuma: Para reforzar las esquinas y los bordes de los cuadros.
- Mantas de mudanza: Añaden una capa extra de protección durante el traslado.
Recuerda utilizar siempre materiales de embalaje de calidad y asegurarte además de que los materiales que utilices estén secos, limpios y en buen estado. La humedad, el polvo, afectan de manera muy negativa a los cuadros.
2. Desmonta con cuidado
Si el cuadro está colgado en la pared, retíralo con cuidado, asegurándote de no dañar ni el marco ni la pintura. Usa guantes para evitar dejar huellas o ensuciar la superficie del cuadro.
Embalar un cuadro sin marco
La ausencia de marco dificulta la tarea de embalar el cuadro. Al fin y al cabo, no existe un soporte rígido que proteja la pintura, por lo que hay que extremar las precauciones.
En este sentido, la mejor forma de enviar una obra de arte sin marco es enrollando el lienzo. Especialmente, si no es demasiado antigua y se encuentra en buenas condiciones. En el caso contrario, es recomendable adquirir uno, aunque sea un modelo económico.
El lienzo ha de ser enrollado con delicadeza y, posteriormente, revestido de plástico de burbujas y de otros elementos impermeables que lo protejan de la humedad. También has de elegir una caja especialmente robusta.
Además, has de colocar la pintura enrollada dentro de un tubo sellado. Esta es la mejor forma de protegerlo.
3. Envuelve cada cuadro con marco individualmente
El siguiente paso es envolver los cuadros con marco. Coloca una capa de papel burbuja alrededor de la pintura, asegurándote de cubrir toda la superficie. Si el cuadro es muy grande, considera envolverlo en varias capas para una mayor protección. Usa las esquineras de espuma para proteger las partes más vulnerables del cuadro: las esquinas y los bordes.
Proteger individualmente tus cuadros es un paso fundamental para garantizar que lleguen y se almacenen en el trastero sin sufrir desperfectos. Cada obra de arte es única y merece un cuidado especial para conservar su belleza y valor con el paso del tiempo.
Antes de empaquetar tus cuadros, límpialos con sumo cuidado. Utiliza un pincel suave o un paño limpio para eliminar el polvo y la suciedad acumulados en la superficie.
Una vez que los cuadros estén limpios, envuélvelos de manera individual en papel de burbujas. Asegúrate de que el papel de burbujas cubra completamente la superficie del cuadro y que las burbujas estén hacia afuera para proporcionar una capa de amortiguación. Esto protegerá la obra de posibles golpes y arañazos durante el almacenamiento y el transporte.
4. Refuerza con cartón
Después de envolver el cuadro en papel de burbujas, coloca una capa de cartón en la parte delantera y posterior del cuadro. El cartón actúa como una barrera adicional para proteger la superficie de la pintura y el lienzo. Esto ayudará a evitar que el cuadro se doble o se dañe si la caja se golpea. Asegúrate de que el cartón esté cortado a la medida y asegurado especialmente con cinta adhesiva, sin dejar áreas expuestas. Si el cuadro es especialmente frágil, puedes considerar usar láminas de madera delgada en lugar de cartón para una protección adicional.
Coloca cantoneras en las esquinas. Las esquinas de cuadros son zonas especialmente delicadas. Estos elementos evitarán que cualquier golpe cause daños en ellas.
5. Empaqueta en cajas adecuadas
Coloca el cuadro envuelto en una caja de cartón resistente. Asegúrate de que la caja no sea mucho más grande que el cuadro para evitar que se mueva en su interior. Si sobra espacio, rellénalo con papel o mantas de mudanza para que el cuadro quede bien ajustado. Sella la caja con cinta adhesiva resistente y marca claramente que se trata de un objeto frágil. En el mercado, existe cajas de diferentes tamaños y de fino grosor para contener cuadros y evitar que «bailen» y se golpeen en contenedores que no están especialmente diseñados para estas piezas.
Recuerda que es preferible que se ajuste lo máximo posible a sus dimensiones a rellenar los huecos con espuma u otro material. Siempre que sea posible, embala solo un cuadro por caja.
6. Transporte adecuado
Al cargar los cuadros en el vehículo de mudanza, colócalos en posición vertical, como si estuvieran colgados en la pared. Evita apilarlos unos sobre otros. Si es posible, coloca mantas entre los cuadros para evitar fricciones y golpes durante el traslado.