Cómo embalar y almacenar Los colchones para una mudanza
Durante una mudanza son muchos y muy diversos los objetos que requieren un correcto embalaje. Algunos de ellos: cuadros, colchones, bicicletas… pueden ofrecer dudas sobre como pueden ser trasladados de manera óptima para garantizar su protección. Si además vas a utilizar un Guardamuebles para almacenar algunos objetos durante un tiempo, la importancia de una buena manipulación y conservación es mayor.
En el caso de un colchón, entendemos que es un objeto especial e importante porque está siempre en contacto con nuestro cuerpo y buscamos mantener su forma e higiene totalmente. Siguiendo algunos consejos prácticos, desde una limpieza meticulosa hasta la elección adecuada de fundas protectoras y la consideración de la posición de almacenamiento si es necesario, puedes asegurarte de que tu colchón conserve su calidad y comodidad para futuros usos.
Mudanzas El Pato es un referente en el sector de mudanzas y tenemos amplia experiencia con el embalaje de mobiliario y objetos especiales para garantizar que su traslado sea perfecto.
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1. Limpieza a fondo del colchón
Antes de la mudanza, dedicar tiempo a una limpieza exhaustiva es esencial para asegurar la higiene y la calidad de tu colchón. Comienza limpiando cuidadosamente ambas caras del colchón para eliminar el polvo acumulado y los alérgenos que podrían acumularse durante el uso diario.
También puedes eliminar cualquier mancha visible utilizando un limpiador de tejidos adecuado. Evita el uso de productos que contengan blanqueadores fuertes, ya que podrían dañar las fibras del colchón. Asegúrate de que el colchón esté completamente seco antes de proceder al siguiente paso.
Este proceso no solo garantiza que guardes un colchón limpio, sino que además si el colchon va a estar un tiempo variable en un guardamuebles reduce el riesgo de desarrollar olores desagradables durante el período de almacenamiento.
2. Protección del colchón con fundas
Una vez que has realizado la limpieza de tu colchón, el siguiente paso es proporcionarle una capa de protección. Opta por una funda para guardar colchón resistente al agua y al polvo. Estas fundas actúan como una barrera adicional contra cualquier posible entrada de humedad o contacto con otros objetos o superficies, evitando así problemas como la proliferación de moho y la acumulación de polvo.
Selecciona una funda que se ajuste perfectamente al tamaño de tu colchón, asegurándote de cubrirlo completamente.. Esta capa adicional no solo mantiene tu colchón más limpio, sino que también ayuda a prevenir posibles daños externos que podrían afectar a su integridad a lo largo del tiempo.
3. Envoltura del colchón con plástico de burbujas
Envolver el colchón con plástico de burbujas también te ayudará a mantenerlo intacto durante su traslado. Este material ofrece una capa de protección adicional contra posibles golpes, arañazos y roces que puedan ocurrir durante el transporte.
Asegúrate de cubrir todo el colchón de manera uniforme con el plástico de burbujas, prestando especial atención a las esquinas y bordes, las áreas más propensas a sufrir daños. El plástico para guardar colchón actúa como una barrera amortiguadora, reduciendo el impacto de cualquier presión externa que pueda afectar a la estructura del colchón.
Si además vas a utilizar un guardamuebles o trastero durante un tiempo para guardar tu colchón te recomendamos de manera adicional:
4. Colocación del colchón en un lugar elevado
Dejar el colchón en un lugar elevado ayuda a prevenir la acumulación de humedad, un factor crucial para evitar problemas como el moho y los olores desagradables. Si el colchón entra en contacto directo con el suelo, podría absorber la humedad, lo que podría afectar negativamente a sus componentes internos y afectar a su integridad a lo largo del tiempo. Utiliiza una base adecuada como soporte.
Asimismo, la elevación reduce la presión constante en un solo punto del colchón, evitando deformidades y manteniendo su forma original. Asegúrate de que la base que utilices para elevar el colchón sea estable y proporcione un soporte uniforme para evitar cualquier tensión innecesaria en la estructura del mismo.
5. Almacenamiento en posición vertical
Optar por almacenar tu colchón en posición vertical en lugar de horizontal puede marcar la diferencia en su conservación a largo plazo. Esto puede ayudar a reducir la presión sobre las capas internas del colchón, especialmente si este es de tipo muelles o espuma, evitando que se compriman de manera prolongada en un solo punto.
Al colocar el colchón en posición vertical, permites que el peso se distribuya de manera más uniforme a lo largo de su estructura. Esta práctica ayuda a mantener la forma original del colchón y reduce la probabilidad de deformaciones o hundimientos, aspectos que podrían afectar negativamente a su comodidad.
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