Las plantas constituyen una parte fundamental de nuestros hogares y lugares de trabajo. Todos asociamos las plantas con la vivacidad y el color, la purificación del aire, la relajación y las sensaciones positivas. No hay que olvidar nunca que las plantas son seres vivos que requieren cuidados especiales e indudablemente moverlas en una mudanza es algo delicado. Las plantas son temperamentales, por tanto, con total seguridad van a resentirse en un traslado por los cambios bruscos de luz, temperatura, humedad, movimientos u otras condiciones alteradas entre su ubicación original y la de destino.

Desde Mudanzas el PATO, por nuestra experiencia en mudanzas y traslados, algunas de ellos implicando plantas muy delicadas o de gran volumen, vamos a detallar cómo transportarlas de forma segura mediante una buena planificación y buenas ideas. Eso sí, debemos estar preparados para muchas horas extras de cuidados para su preparación, su traslado y su aclimatación al nuevo hogar. Recuerda en todo caso, que lo ideal siempre es pedir asesoramiento de un jardinero experto especialmente en el caso de jardines verticales, invernaderos, plantas exóticas, plantas grandes o plantas delicadas.

Cómo en cualquier tipo de mudanzas, la planificación es muy importante.

Como paso previo y en primer lugar deberás establecer unas semanas antes un plan de saneamiento de tus plantas para intentar identificar y resolver posibles plagas. Es necesario ser conscientes de que si nuestras plantas tienen plagas y no hemos podido deshacernos de ellas para el día de la mudanza, lo más probable es que no sobrevivan al traslado.

Posteriormente, una vez fijada la fecha de mudanza, deberás ir reduciendo gradualmente el riego una semana antes del traslado, con el doble objetivo de que no haya pérdidas de agua durante la mudanza y que la planta se adapte mejor a su nuevo entorno. De la misma manera, también es conveniente podarla en el caso de que la planta sea grande o tenga ramas o tallos que se puedan dañar durante el viaje.

Finalmente, uno o dos días antes del traslado limpia las hojas con cuidado para retirar polvo o materia muerta, asegúrate de que conseguiste eliminar las plagas que pudieran tener y elimina malas hierbas que puedan restarle vitalidad y energía. Cuanto mejor las preparemos, más posibilidades tendrán de sobrevivir.

Debemos ser realistas y entender que algunas de nuestras plantas pueden no sobrevivir al traslado. Si tienen mucho valor sentimental para nosotros una buena opción puede ser quedarnos con algunos esquejes para plantarlos en el nuevo lugar, y así tener más garantías de que nuestra planta se quedará con nosotros.

Es importante localizar en la nueva vivienda u oficina los lugares donde estarán ubicadas nuestras plantas, preferiblemente en la misma orientación y en el mismo tipo de ambiente en el que se encontraban anteriormente.

Es muy importante que planifiques para tus plantas un transporte en exclusividad, es decir, entre los viajes de mudanza planificados entre lugar de origen y de destino, uno de estos viajes ha de estar destinado tan sólo para ellas, con preferencia el último para que permanezcan desubicadas el menor tiempo posible. De esta manera recibirán el cuidado que necesiten y no serán dañadas por otros objetos. Si esta previsión no es posible, deberán ser las últimas en cargarse en el camión.

De manera general, las plantas más resistentes como cactus y crasas, serán las que mejor soporten la mudanza. Para proceder a su traslado, es recomendable meter las plantas en cajas de cartón e inmovilizarlas con papel de embalaje y plástico de burbujas en la parte que entra en contacto con la planta para mayor protección. Para aquellas plantas que no son colgantes, intenta crear un cilindro alrededor de la planta con el material de embalaje. Si las plantas son colgantes, debemos ser muy conscientes de que estás sufrirán más puesto que durante el traslado muy probablemente las ubicarás en cajas de soporte para inmovilizarlas y la parte colgante se encontrará grávida en la caja con el riesgo cierto de pérdida de hojas o quebrado de ramas. Si las plantas son pequeñas recuerda hacer agujeros en las cajas de traslado para asegurar una mínima ventilación.

Una vez en el nuevo destino, y si han viajado con otros enseres deben ser las primeras en descargarse. Hemos de colocarlas en su nueva ubicación, limpiar cuidadosamente las hojas para eliminar polvo del traslado y regarlas rápidamente. Asimismo, es conveniente no cambiarlas de sitio durante unos cuantos días para que se aclimaten. Si tienen problemas de aclimatación y observamos que decaen, pasados unos días podemos intentar buscar una mejor ubicación para ellas, preparándonos mentalmente para asumir que puede que no consigan adaptarse.

Si nos hemos quedado con esquejes o hemos sacado de macetas excesivamente pesadas algunas plantas para su traslado más seguro, debemos volver a plantarlas de inmediato en los lugares apropiados.

Si tras el traslado y pasados unos días observamos que las hojas de nuestras plantas reubicadas se caen o se vuelven amarillas, se trata de una situación en principio normal, ya que es una reacción de defensa de estos sensibles seres vivos y suele ser temporal. Sin embargo, hay que recordar con insistencia que por tratarse de seres vivos muy sensibles debemos asumir que alguna de nuestras plantas no logrará superar el estrés de la mudanza.

La reputación de Mudanzas El Pato es un pilar fundamental de nuestra empresa y nos hace sentir orgullosos. Puedes confiar plenamente en nuestra efectividad depositando en nuestras manos expertas la gestión del traslado a tu nueva ubicación empresarial o a tu nuevo hogar.

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